La OMS dicta nuevas recomendaciones para poder reducir la propagación del nuevo coronavirus entre la población. Para inicios del mes de agosto del 2020, el SARS-Cov-2 (COVID-19) ha infectado a más de 19 millones de personas en el mundo y cobrado la vida de más de 700.000 de ellas. Debido a las innumerables repercusiones que ha tenido la pandemia en todo el mundo, estudiar y entender el comportamiento del virus es prioritario, por lo que se han hecho diversas investigaciones con esta finalidad dando como resultado una serie de importantes recomendaciones que, con una base científica, ayudan a mitigar la propagación del virus.
Un estudio de la Universidad McMaster, en Canadá, publicado en la prestigiosa revista “the lancet” y apoyado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que las medidas más efectivas para reducir la propagación del virus son: el distanciamiento social de, al menos, dos metros y el uso de mascarilla o tapabocas. Pero, además de esto, la OMS ahora recomienda que el uso de protección visual también puede ser un factor importante para reducir las posibilidades de un contagio. Algunos expertos ya habían mencionado con anterioridad que la conjuntiva del ojo podría ser una puerta de entrada del virus ya que se ha encontrado ARN del virus en esta zona en algunos pacientes con COVID-19, esto como parte de los 172 estudios previos sobre el COVID-19 analizados por la universidad.
Los resultados obtenidos sugieren que la medida más efectiva sigue siendo el distanciamiento social. En nueve de estos estudios, en donde participaron más de 8.000 personas, se observó que mantener una distancia de más de un metro reduce el riesgo de contagio. Además, por cada metro adicional (hasta los 3 metros), el riesgo de contagio podría reducirse hasta la mitad.
En cuanto a la mascarilla, en estudios realizados con más de 50.000 personas, se pudo observar que aquellos que utilizaban mascarilla no solo tenían menos probabilidad de contagio por la protección de la boca y la nariz, sino que también reducen el alcance de gérmenes y virus que pueden salir por estos medios. Y en cuanto a los ojos, los estudios revelaron que aquellas personas que utilizan gafas o cualquier otro tipo de protección similar conseguían reducir el riesgo de infección en comparación con aquellos que no tenían ningún tipo de protección ocular. Además el uso de gafas de sol trae otros beneficios como la protección de los ojos a los rayos UV durante el día y evitar que las personas se estén tocando los ojos con las manos.
De esta manera, la OMS apoyándose en los estudios de la Universidad de McMaster y más de 100 estudios previos sobre el COVID-19, concluye que, hasta el momento, el distanciamiento social, el uso de mascarilla o tapabocas y el uso de gafas son las medidas más efectivas y que reducen considerablemente las probabilidades de contagio. A esto se le debe sumar otro tipo de medidas muy importantes como el correcto lavado de manos de manera regular y las demás recomendaciones que han sugerido los organismos e instituciones pertinentes.
Si bien se han dado grandes avances para encontrar una vacuna, todavía estamos lejos de que dicha vacuna se pueda producir y distribuir de tal manera que su aplicación resulte eficaz, por lo que se debe tener claro que debemos seguir tomando estas medidas por lo menos por un año más teniendo en cuenta incluso las proyecciones más optimistas. Definitivamente de nosotros como población depende que los números de contagios y muertes disminuyan y de que podamos iniciar, de manera pronta y responsable, la “nueva normalidad”.
Enlaces
https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)31142-9/fulltext
https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public